En esta ocasión, el protagonista no es Harry, sino las criaturas que pueblan su mundo...
En la primera edición, la autora escribió este libro bajo pseudónimo (en la reciente reedición, cuya portada podéis ver al lado, su nombre aparece bien grande), utilizando en esta ocasión el nombre de Newt Scamander, el mago que escribió este libro dentro de las novelas.Hay un ejemplar de Animales fantásticos y dónde encontrarlos en casi todos los hogares de magos del país. Ahora, también los muggles pueden descubrir dónde viven los quintapeds, qué come el puffskein y por qué es mejor no dejar leche fuera de casa para un knarl.
El libro está pensado como si fuera el verdadero libro que leen los magos, y, como tal, está lleno de información interesantísima. Hay muchos datos históricos y todo tipo de anécdotas, siempre relacionados con los animales fantásticos, claro está. Y, como es evidente, hay un sinfín de criaturas nuevas creadas por la prodigiosa imaginación de Rowling.
Sin embargo, las nuevas criaturas que conocemos no son el único punto positivo del libro. Lo mejor, en mi opinión, son las anotaciones al margen de Harry y Ron. Me explico. Según explica el mismo Dumbledore en el prólogo, este libro es la reproducción del que utilizaba Harry en Hogwarts. Por lo tanto, está lleno de anotaciones que tanto él como sus amigos iban escribiendo cuando se aburrían en clase. Y tengo que decir que son anotaciones bastante jugosas.
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